domingo, 22 de diciembre de 2019

La mujer Perfecta


Una mujer perfecta, falacia total.
Durante años crecí pensando que podría ser una mujer perfecta,  sentí frustración en cada fracaso,  sufrí cada tropiezo y lloré cada caída.  Es muy común pensar en cada ruptura, ¿qué hice mal? ¿Qué me faltó?

Descubrí dónde está mi error. Me equivoqué al ser una mujer independiente,  que busca y que consigue lo que desea por sí misma, que sueña y tiene metas,  no espera un príncipe azul que lo haga por ella.

Cometí el error al entregarme por completo, al ser incondicional  y que decir de ser detallista, una mujer que se tomaba el tiempo después del trabajo para cocinar.

Pero tengo más errores aún,  esos los he cometido con personas de mi alrededor,  provoqué que se alejaran cuando pensé más en mí que en ellos, cuando se me ocurrió ser egoísta y dedicarme tiempo.

He sido fatal cuando de vanagloriar se trata, no soy capaz de ser hipócrita y por ello soy antisocial, dejé de preocuparme por lo que piensen de mí y no sé si me aceptan o no.

Soy feliz viendo tv en pijama, leyendo trillers o poesía, igual una novela histórica o algo que me haga fantasear, soy capaz de ir al cine sola y al café por el gusto de salir.

No uso ropa de moda, tampoco soy la mujer más fitness,  aprendí a ser feliz sólo porque sí.

No soy la mujer perfecta, lo sé,  amo mi Soledad. No temo no tener a alguien y como me dijo un gran amigo, soy una mujer,  "siempre con un libro bajo el brazo, tan culta sumergida en un mundo fantástico de palabras que te hacen sentir un millar de emociones impensables", así es, esa soy yo, amo mi mundo de fantasía.
No soy perfecta lo sé,  no importa como ayer.
Stella Alba





lunes, 4 de noviembre de 2019

TODO PASA


Cuando te alejaste creí que iba a morir
que mi mundo terminaba y heme aquí,
todos te dicen que al final, todo pasa,
que la vida sigue y que hay que vivir.

Muchos dicen que el tiempo ayuda a olvidar
que el fuego que encendido estaba, pronto se apagará
y aunque cierto es que los días pasarán
no se deja de amar, la llama tenue es verdad, 
pero mientras todo pasa, fácil de avivar será,
porque todo pasa, menos el amar.

Todo pasa, el fuego que arde dentro, difícil de apagar
el llanto que guardo es lo único que lo puede sofocar
todo pasa, pero mi amor apostó por ti, no es fácil ignorar,
solo ocupo llorar, que ahora no logro razonar.

Mientras todo pasa, los días, el dolor, la vida,
solo el silencio ayuda cuando olvido que estoy viva,
que aunque en mis adentros todo se acaba,
cansada, pero bien, como si nada, al fin, todo pasa.

No es mentira después de todo, al final el dolor se aleja, 
el amor se olvida, la vida se apaga igual que las ganas de amar, 
las brazas que quedan, en calma ya están, 
pero todo pasa, confío en ello, el olvido llegará.
Stella Alba











lunes, 21 de octubre de 2019

Viernes 13



Tenían 4 meses saliendo, se veían a escondidas pues era lo mejor. Comenzaron con algo que hasta ese momento era desconocido, ese viernes 13 ella lo invitó a cenar, no había nada planeado, él dijo que sí,  eso bastó para que durante todo el día estuvieran posteándose mensajes cariñosos, como dos efebos, como si no conocieran el fracaso del amor y fueran  aprendices, ambos planearon la cena sin decirse más. Él publica: Ya vives en mí y ella siente como la piel se estremece y ansía locamente llegue la noche. Ella ya con experiencias no agradables olvida todo lo vivido y solo se deja llevar por lo que siente, en ese momento asegura ama más que nunca pero se equivoca, nunca antes había amado. Decide preparar la cena y agrega un tinto, velas, cada adminículo está colocado, se ocupa de la música,  todo está perfecto.
Su cuerpo ansioso por el momento,  su piel que se eriza solo de pensarlo, su cabello lacio más vivo que nunca, sus pupilas se dilatan, su cuerpo no puede ocultar el deseo, como cualquier adolescente solo desea que llegue y que aquello no acabe nunca.
Y entonces ahí estaba frente a ella, con flores y chocolates, un cliché perfecto, luces bajas y charlas vanas hasta cierto punto, coqueteos y roces de manos, en algunas ocasiones él tocaba su rostro para decirle que la ama y que es hermosa,  parecía que era la primera vez que se veían, solo ellos sabían que aquello tenía meses  repitiendo la escena muchas veces más. 
De pronto besos suaves, ella con un vestido casi traslúcido, con un escote provocativo y él observándola con ojos de deseo y pasión  pero sobre todo amor. Los besos suaves comenzaron a ser más violentos y cada momento era más difícil detenerse, al sonido de la música se levantaron del comedor y sin siquiera pensarlo terminaron en la recámara,  el vestido fue levantado y la camisa desabotonada, la música solo enardecía más, como piezas perfectas y únicas se unieron como si hubiera sido la primera vez, se dijeron cuanto se amaban, las ropas quedaron en el piso y despacio él quitó esos tacones negros que ella sólo usaba para él,  se amaron como nunca, como si nunca se hubieran probado, lo hicieron como tantas otras noches atrás,  la cena de ese viernes 13, perfecta, dos cuerpos se volvieron uno.
Stella Alba


jueves, 26 de septiembre de 2019

Primavera




La primavera estaba cerca, ambos habían planeado ese día con mucha anticipación, buscaban que todo fuera perfecto, ella buscó terminar todos los pendientes, estar lista y libre para verlo.
Él,  apresuró en su trabajo,  ambos con la ilusión de verse y pasar una semana juntos.
 Ella se fue de compras,  buscó la ropa más linda, pensó en sorprenderle y además adquirió ropa que para ella era sexy.
Él le dijo que la esperaba en la carretera a las 6am, esa noche no durmieron pensando en que al fin estarían juntos.

Llegó puntual a la cita igual que él,  subió al coche y se alejaron de la ciudad.
Ella desconocía el rumbo,  él sabía muy bien a donde se dirigía.
De pronto,  se detuvo, ella no supo porqué,  sólo era para darle un beso tierno,  lindo y apasionado.
Siguieron su camino.
Entraron por un angosto camino de terracería y lejano además.
Había una cabañita, pequeña,  al fin habían llegado,  ya eran las 10am., a unos metros de ella había un pequeño lago, su agua cristalina emanaba un poco de vapor, generaba la sensación de agua termal.
Al entrar a la casita él soltó las maletas, no importó donde quedaron la abrazó  y la beso,  le susurraba que había esperado mucho por ese momento.
Ella sólo se dejó llevar, lo abrazó fuerte y sin pensar lo besó apasionadamente.
No habían desayunado,  deseaban comer pero sus ansias eran más fuertes y se dejaron envolver en el ambiente que sólo denotaba un enorme placer.
Él rosaba suavemente sus labios, ella mordisqueaba los de él, sus manos acariciaban todo su cuerpo sin límite alguno, podían percibir su respiración,  fueron cayendo en una onda calma, el silencio total permitía escuchar su amor que no eran más que susurros de ambos por esa pasión contenida y que habían guardado por tanto tiempo.  Poco a poco fueron cayendo al piso,  sus cuerpos se deslizaban sin que siquiera se dieran cuenta, era una pequeña salita, era tal su ansiedad que ni siquiera pensaron en el lugar.
Él comenzó a subir su blusa, ella no lo impidió, tocó cada parte de ella mientras rodaban por el piso saciando su amor,  interrumpieron el momento muy a su pesar, querían que fuera realmente especial.

Minutos después...

Mientras él preparó café y un leve desayuno ella se metió a bañar.
Estando en la regadera él entró con la ropa puesta ya no podía parar, sus ansias eran tantas que no podía esperar, vio su cuerpo desnudo por vez primera y sin dudar entró en la bañera dejándose arrastrar por sus ansias de amar.
Ella lo dejó entrar, igual que él deseaba amar, volvieron  a interrumpir y decidieron esperar
Querían una noche especial.
Él día transcurrió y recorrieron todo el lugar, el agua estaba genial y paseando juntos el alba llegó,  la noche estaba lista.
Ella decidió verse  especial, uso un vestido rojo,  corto, ajustado de manera que dejaba ver su silueta, él una vestimenta casual, ambos usaron su mejor loción,  ella mientras se alistaba su cuerpo ya se manifestaba nerviosa, enamorada.
Los bellos de su piel dejaban ver sus emociones, su cabello se veía más sedoso, sus labios más frescos y sus pechos enfurecidos, sus pupilas dilatadas.
Salió y él la esperaba con una pequeña flor blanca, campestre, la beso muy suave y fueron a cenar.
No dejaban de mirarse, hablaban con miradas, sus gestos eran evidentes así como sus deseos.
Al terminar la cena él puso música y la invitó a bailar la sujetó por la cintura suave y delicado.  Ella puso sus manos en su cuello y transcurrió la noche sin pensar en qué ambos se enamoraban a cada momento y cada día más.
Él comenzó a besarla mientras bailaban, acarició su espalda y llegó a sus piernas, la besaba sin parar, ella sólo pensaba en actuar.
¿Que haría?
¿Cómo responder?.
De pronto ella le dijo espera...
Fue al baño,  salió con un babydoll azul, tenía encaje y un listón que hacía un pequeño moño y al soltarlo sus pechos quedaban al descubierto.
La silueta se dibuja aún más y sus piernas estaban descubiertas, al fin estaban listos para disfrutar y dejarse arrastrar por la pasión sin medida.
Él había colocado dos pequeñas velas, entraron a la habitación y la tenue luz sólo permitía ver sus cuerpos con poca claridad pero eso no importaba lo único válido eran sus manos que sentían y sus cuerpos que respondían al llamado de los dos.
Él soltó el moño despacio, acarició lento, besó y dejó caer la ropa al suelo, ambos quedaron  descubiertos y vivieron lo que jamás ni en sus sueños.


Stella Alba




martes, 27 de agosto de 2019

Valió la pena



Me preguntan si valió la pena... Valió la vida.

Cuando pensé que no podía más
tú me enseñaste a amar, 
cuando creí estaba vacía, 
la llenaste con tu compañía.

Y todavía preguntan si valió la pena
valió cada minuto y cada segundo,
cada instante y cada momento.

Tú me enseñaste a vivir más y pensar menos,
actuar más y sentir sin prejuicios, 
¿que si valió la pena?
claro que lo valió,  incluso cada lágrima y cada sonrisa.

Cuando mi vida se apagaba le pusiste luz y alegría, 
cuando  creí que había amado resulta que eran solo ensayos.

¿Que si valió la pena? amor mío valió más que la pena, porque a pesar de todo lo viviría de nuevo.

Te elegiría una y otra vez porque más que valer la pena me enseñaste que amar es más pero mucho más de lo que conocía,  
¿que si valió la pena?

por ti renunciaría a todo,  si eres feliz sin mí, renunció a ti,
porque amor mío,  vale la pena.
¿Qué si valió la pena?  carajo, valió la vida.


Stella Alba



jueves, 1 de agosto de 2019

Ojalá




Es un hecho que tu presencia puede tanto o más que tu ausencia, en ocasiones como ésta, cuando por las noches te pienso, es recurrente en mi mente, ¿por qué dijiste adiós? ¿por qué te despediste? Decidiste perderte y alejarte de mí, pero, por qué cuando te busco te encuentro, sé que has buscado tu felicidad en otra parte. No importa la cantidad de veces que dices adiós, es la misma cantidad de veces que vuelves, sólo quiero que sepas que a pesar de todo eres la mitad que nunca busqué y que en ti encontré. 

En muchas noches me reconforta saberte lejos, que estupidez lo sé, eso sucede porque sé dónde no estás, eso me mantiene feliz, es porque te sé ausente de todos, porque sé que nadie más que la soledad te tiene, es absurda la idea pero funciona como una especie de anestésico a ese dolor que dejaste desde tu partida. 

Sé que estás cerca, eso duele, me dice que estás donde no quiero, que para ti es el lugar que te da felicidad mientras para mí es el recordatorio de que lejos a pesar de la distancia estás. Has vuelto es un hecho, el primero en reaccionar fue mi estómago, como siempre nos pasaba, ¿recuerdas? odio saberte presente porque al mismo tiempo estás ausente, la paradoja constante, estando lejos estás más cerca. 

Cada vuelta tuya es perderte un poco cada día, tonta de mí, no sé si algún día te tuve, me gusta pensar  que cada noche contigo, cada día, cada momento y cada instante fui tuya y aunque un poquito fuiste mío. 

Ojalá cuando partiste hubiera sido para no volver
Ojalá cuando dijiste adiós hubiera sido para siempre
Ojalá nunca hubieras vuelto
Tantos ojalá y tantos hubiera, ninguno de los dos existen, ninguno de los dos posibles, tan metafóricos y tan tangibles.

Stella Alba


sábado, 27 de julio de 2019

No otra vez



Habían pasado meses, los rastros de tu presencia se fueron diluyendo, dejaste de ser el primer pensamiento al despertar y el último al dormir. Mi teléfono recuperó su sonido y dejó de tener el tuyo, ya no había espera de llamadas ni mensajes, al fin mi mente era libre.

Era un día como tantos otros,  el teléfono sonó,  de manera indiferente y con el mínimo interés lo revisé, ahí estabas una vez más, con las palabras de siempre, las mismas preguntas, sólo que esta vez di diferentes respuestas.

No te dije que aún te sueño, que despierto por las noches pensando dónde estarás,  que saber de ti es lo mejor del mundo y darme cuenta que aún me piensas es el mejor regalo, no podría decirte que sí a todas tus preguntas, no sabrás lo que de pronto mi mente recrea, que los recuerdos aún me erizan la piel, que mi cuerpo aún te extraña y que mis sueños todavía te pertenecen. 

Tus palabras son y serán sólo eso, palabras, pero ¿sabes lo mejor de todo? Yo conozco ahora tus pensamientos,  sin embargo nunca sabrás los míos. 

Hoy es otra vez ese día,  la rutina, los mismos hábitos y tú... lejos, donde debes seguir, donde me permita vivir como hasta ahora,  sin ti.
Stella Alba


sábado, 13 de julio de 2019

Labios de Tentación



Ella era una mujer como cualquiera, tenía semanas saliendo tarde de trabajar, sus días no tenían nada fuera de lo común,  todas las mañanas se levantaba y hacía la misma rutina.
Un día como todos revisó su celular, una red le notificaba una nueva solicitud de amistad, la vio y la ignoró, total sería como cualquiera que recibía últimamente.
A los pocos días, al revisar nuevamente había un corto mensaje, pedía aceptar la solicitud, increíble pensó ella, no sé quién es, pero tampoco entiendo su insistencia, por curiosidad inició una conversación, cuando menos se dio cuenta llevaban meses en la charla y ella comenzó a sentir la necesidad de conversar todos los días. 
Ese día se levantó y como cada mañana se fue a trabajar,  como parte ahora de la rutina enviaba un mensaje para saludarlo y decirle te amo, como siempre lo hacía. 
Él no respondió,  sin embargo ella aunque le extrañó siguió con su trabajo.
Transcurrió el día y él no se conectó.
Triste y pensativa no entendió. Decidió quedarse a trabajar,  al final nadie la esperaba y mientras todos se retiraban ella se concentraba en terminar. Sus compañeros comenzaron a despedirse y ella en su oficina insistía en trabajar, prefería no pensar pues cada momento veía a su red social y él no aparecía.  Salió y cerró la puerta pensando en que nadie fuera a entrar, llegó a su oficina, sintió sus labios resecos y uso un humectante. Sonrió levemente pensando, si los usará esto no me pasaría,  de pronto la puerta sonó,  es extraño nadie podría ser, todos se habían despedido, al abrir la puerta se dio cuenta que era él,  de pronto no supo que hacer, impávida sólo veía y para nada se movía.
Él dijo: ¡Hola preciosa!
Ella: sólo dijo Hola
Él preguntó puedo pasar y ella lo dejó entrar, le dijo, vengo por ti, te invito a cenar, con una voz tartamudeante ella pudo decir sí, permíteme ir a cerrar, entró a su oficina, se vio al espejo y volvió a poner humectante en sus labios, él  de pronto estaba tras ella y le dijo: que hermosos labios tienes, no hace falta que les pongas nada
 Ella se sonrió y sonrojó levemente, no supo responder, solo podía  ver su sonrisa y sus labios, él tenía labios de Tentación, pensaba, recordaba cada conversación en donde ella decía lo que haría cuando de frente lo tuviera, en ese momento sólo podía articular breves frases, de pronto, él se acerca lento,  quizá midiendo y esperando una reacción,  ella agachó  la mirada, se colocó el cabello tras la oreja, estaba nerviosa, él le tomó la barbilla y levantó su cara... La vio fijamente,  ella se mordió los labios, tenía ganas de besarlo pero su nerviosismo era mayor, jamás pensó que alguien provocaría semejante sensación.
Temblando sólo sentía y esperaba. 
Él le dijo nuevamente: que labios tan hermosos,  humedeció sus labios, pareciera como si estuviera saboreando algo, ella sólo miraba y mordía su labio inferiror, su corazón aceleraba, fueron sólo unos segundos pero parecía desaparecer el tiempo,  él se acercó cada vez más susurrando que ella era preciosa, cuanto había esperado y se podía percibir el corazón de ambos a un ritmo, latían como si buscaran encontrarse, salirse  del pecho y por fin acoplarse, de pronto él no pudo resistir, la beso suave y lentamente ella sin moverse sólo se dejó llevar,  despacio recorrió sus manos, la tomó por la cintura, ella sin pensar ni actuar sólo dejaba que sucediera. Sus manos sin movimiento alguno, sólo su corazón y labios actuaban en ese momento. 
El tiempo parecía detenerse, olvidaron donde estaban, su respiración aceleraba y sus cuerpos se acercaban.
Sus labios parecían la perfecta amalgama, como si estuvieran hechos los unos para los otros.  Ella mordió suavemente su labio inferior,  dejaba esa breve pausa entre sus besos donde aprovechaba para ver sus ojos,  los cuales como parte de la magia abrían al mismo tiempo sólo para comprobar que aquéllo no era un sueño. Y entonces apagaron las luces, la oficina quedó a oscuras y ahora sólo podían  sentirse, él la abrazó fuertemente, él sin hablar se sentó en el escritorio ella frente a él se colocó en medio de sus piernas con las manos en la cintura y ella en su cuello sin luz ahora conectaron nuevamente sus labios que  parecían imanes que se atraían.
No había nada que los detuviera,  ella poco a poco dejó de temblar y sólo se dejó llevar, él la hizo sentir segura y la sujetó de tal manera que imposible ella se resisistiera. 
Él comenzó a acariciarla, pasó sus manos suavemente por su espalda mientras la besaba y ella con la piel que se estremecía lo permitía. 
Ahora, sus cuerpos hablaban, sus labios no se separaban y... Aquél lugar parecía en ese momento lo mejor y sin pensar que iban a cenar, olvidaron todo para probar cuanto ansiaban encontrarse. 
Él buscó recorrer su cuerpo, ella lo permitió, igual que él,  había esperado ese momento, ella con una falda y blusa de trasparencia, él puso su mano bajo la falda, tocó sus piernas y ella...
Quería decir que no, de pronto pensaba y trataba de alejarse, él no lo permitió,  besaba su cuello y su oído, ella, sólo podía sentir y no pensar .. De pronto, él la miró fijamente y con la mirada hablaron, él desabotonó  su blusa,  comenzó de abajo hacia arriba, ella le tomó las manos, trató de impedir que lo hiciera,  sus miradas diciendo todo sin decir nada... No pudo detenerlo, en ese momento...

Sonó el despertador, ella  agitada,  feliz por lo que en un sueño vivió,  triste pues no lo terminó,  se tocó los labios, los sintió perfectos, pensó,  labios de Tentación, y así como otro día volvió a su rutina.


Stella Alba




miércoles, 3 de julio de 2019

Soledad



Ese día,  como cualquier otro,  tocaron a mí puerta,
salí y abrí, no eras tú, la dejé entrar,  hace 1 año 4 meses que vive conmigo.
Me acompaña a todas partes y aunque al principio ni siquiera me percaté que estaba, hoy después de pasado el tiempo comienzo a darme cuenta que desde el día que llegó se instaló. 
Me acostumbré tanto a su compañía que la disfruto, sólo hay noches como ésta,  cuando los recuerdos invaden, cuando el aire huele a ti, cuando recuerdo que existes, no quiero verla, no la quiero conmigo, pero no ocurre muy seguido, sólo algunas noches, desde que tocaste esa puerta hace 6 meses, en lugar de entrar y quedarte, se adueñó ella,  te sacó  y ,  sabes, me agrada, la quiero, es fiel. 
Ella no me engaña, no me abandona y desde ese día sé que no me abandonará jamás.  

Stella Alba



miércoles, 26 de junio de 2019

Te olvidé



Esta vez no escribo para decirte que te recuerdo.
No quiero decirte que aún te amo, eso terminó. 
Escribo para decirte que ya te olvidé, sí, ya no recuerdo  esa noche cuando me pediste ser tu novia, no creas que recuerdo cuando besaste mis labios por vez primera.
He olvidado muchas cosas, olvidé cuando te escabullías y tocabas mi ventana y que decir de ese primer 14 de febrero,  hincado y recitando un poema,  ya lo tengo olvidado.
Aunque quizá lo dudes también  olvidé esa lista de cosas por hacer como nuevas aventuras, por cierto la cumplimos.
Tantas cosas que he olvidado, muchos recuerdos ya no están,  las canciones dedicadas y palabras al oído,  cantidad de te quieros y muchos más te amo. 
Sólo hay una cosa que recuerdo, aquella noche cuando tomaste mi mano, la aprestaste fuertemente y pensé que jamás la soltarías.  
Ahora,  5 años después mi mano está vacía,  no es lo único,  pero eso ya no importa,  no escribiré más diciendo que te extraño, no volverás a leerlo, tampoco te diré que aún te sueño, lo importante es que veas, la vida sigue sin ti, ya eres parte de la historia, mi historia, pero date cuenta... ¡Te olvidé!
Stella Alba


martes, 18 de junio de 2019

Solo por hoy


Hace más de 1 año que tú y yo nos dijimos adiós, muchas veces me repetí,  sólo por hoy...
Así es, sólo por hoy te extrañaría,  sólo por hoy te pensaría,  sólo por hoy te lloraría y porque no, sólo por hoy sobreviviría. 
Hace meses que no te extraño, no te pienso, no te lloro y ya no sobrevivo, ¡vivo!
Sólo por hoy te regresé a mi mente, sólo por hoy te extraño, sólo por hoy una lágrima pasó por mi rostro, sólo por hoy te amo.
Sólo por hoy déjame sufrirte una vez más,  que el dolor de tu ausencia me hace recordar que un día como hoy fuimos felices, un día como hoy nos amamos, un día como hoy nos alejamos.
Melancolía presente lo sé pero no te preocupes, sólo por hoy.
Stella Alba




sábado, 8 de junio de 2019

Carta a un amor que nunca leerá



Era un día como tantos otros, tenía los mismos problemas y las mismas situaciones cotidianas, no sabía que ese tendría una novedad. Como tantos otros días y fines de semana, levantarse tarde y hacer las mismas cosas rutinarias, pero ése tenía algo diferente, mi hermana se marchaba, su vida tomaba un rumbo distinto, ¡Ah! También era mi cumpleaños, pero ante la partida de un familiar nadie pensó en festejar.

Entre lo sucedido y para variar mi estómago pide comer siempre que tiene ante si  una tristeza y acudí al lugar de siempre, con la misma gente, sí, así como la canción, pero que lejos estaba de ser lo mismo, estabas tú, es extraño porque no te había notado nunca, ahora que lo pienso, estuviste ahí toda mi vida y esa pequeña ironía de la vida de poner todo frente a ti y no darte cuenta. Fue hasta ese día que te vi, estabas tan peculiar, al menos hasta ese momento lo noté, vi que eras diferente, tanto que fue inevitable no darme cuenta de que existías, escuchar tu voz y percibir ese olor que al día de hoy me remite de inmediato a ti cada que lo siento, así es, lo siento, porque va más allá de olores, a mi me provoca sensaciones. 

A partir de ese día comenzó una serie de cortejos que llevaron al famoso 1 de mayo, cuando a pesar de tantos "pero" callaste mi boca, no aceptaste uno más y entonces me di cuenta que no podría separarme de ti jamás, es y fue tan grande esa sensación que en estos momentos que te cuento aún se me enchina la piel y mi estómago, sí tal como te pasaba a ti, te llama  con esos peculiares sonidos que sólo tú y yo sabíamos. 

Desde entonces hasta ahora, podría escribir tantas cosas, vivimos tanto, una vida completa, fue cuando comprendí que estaba viva, pero también hice mucho por ti, nos hicimos tanto bien que ahora que el tiempo ha pasado y te has marchado me doy cuenta que no podré odiarte nunca, ¿Cómo podría hacerlo?  Pasé noches completas amándote, pasaste días enteros cuidándome, vivimos un amor secreto, muchas veces sobrevivimos a las tormentas sociales y otras familiares, así es amor, has el recuento y te darás cuenta que vivimos un amor único, que jamás vivirás lo mismo al igual que yo, no lo busco y se que no sucederá, soy feliz con lo que hubo entre tú y yo, tan grande y fuerte que no busco ni deseo más.

Amor y cariño mío me despido, ojalá leyeras esta carta, pero, sé que no será así, no sabrás que es para ti, no sabrás que aún a pesar de los años te escribo, mi orgullo me impide decirlo, no quiero verte y repetir la comedia del adiós, eso amor mío no sucederá, sin embargo seguiré aquí escribiendo para ti, escribiendo lo que nunca leerás y declarando lo que nunca entenderás. 

Stella Alba




miércoles, 29 de mayo de 2019

Carta a mi hija


Y ahí estaba, la larga espera por fin había terminado, el tiempo que esperé para conocerte culminaba y ahora a instantes de verte sentía mi pecho latir,  sentimientos que no puedo describir, la felicidad y dicha eran tan grandes que aún hoy al escribir mi piel se eriza y esas emociones las vuelvo a sentir. Mis ojos repiten la escena de ese día imposible de olvidar y maravilloso para recordar.

Cómo explicar el momento, me encontraba ahí lista para verte, te esperaba desde hacía tiempo, entonces me di cuenta  que la frase que dice del amor a primera vista es mentira, yo te amé desde que supe de tu existencia, sin conocerte. Cada día y cada instante sólo pensaba en ¿cómo serías? ¿Cómo me verías? ¿Qué sentirías al verme? ¿Seré alguien buena para ti? ¿Seré lo que esperas? Tantas preguntas sin respuesta y tantas respuestas hipotéticas.

De pronto, ese día, ese 14 de agosto a las 7:50 de la noche apareciste, como caída del cielo, con esos ojos grandes, muy abiertos, me miraste fijamente, no dije nada, sólo podía verte sin hablar, sintiendo mucho y sin expresar más, no podía, mis ojos dijeron con lágrimas lo que no pude con palabras,  sentí tu cuerpecito junto al mío, el calor que emanaba de las dos. 

Así es, tú, que desde que supe que vendrías te amé, que desde que supe que existías entendí que mi vida cambiaría y que nada sería igual, las noches ahora distintas, desvelos y preocupaciones llegaron pero a cambio, razones de vida me llenaron, motivos para luchar a  pesar de las adversidades aparecieron y sobre todo amor verdadero, porque te esperé y desde entonces hasta ahora no dejaré de verte como ese pedacito que llegó a cambiar mi vida, a darle sentido, mi repollito, como usualmente te suelo llamar, por quien la vida quiero dar.

Stella Alba



martes, 21 de mayo de 2019

Dudas



Hay tantas cosas que deseo saber,
muchas  que no puedo responder, 
no importa que lo busque o incluso que lo sé,
tu partida aún no explico y quisiera comprender.

Cómo hiciste para irte sin voltear atrás,
decidiste marcharte y no volver jamás,
la tristeza está presente, no he podido olvidar,
cómo empezaste sin siquiera titubear.

Recuerdo y me estremezco cuando mis labios solías besar,
tus manos en mi cuerpo y como solías temblar,
tu estómago gruñía y comenzabas a hablar,
no querías que supiera o se hiciera notar, 
los recuerdos muy presentes no han dejado de estar
tu presencia se mantiene y no logro evitar.

Tu adiós es un hecho y lo tengo que aceptar 
tu regreso simplemente es algo que no sucederá 
pero importante amor mío, te conviene no olvidar
que amor como el que te di nunca vas a encontrar.
Stella Allba




martes, 7 de mayo de 2019

Extraños




Y ahí estabas, una vez más, escuché tu voz y mi piel se estremeció.

Odio tanto saber que cuanto más busco alejarte de mí más próximo estás, 
mírame aquí como todas las noches en los últimos días, 
escribiendo para tratar de vaciar en papel el dolor que siento 
como si eso bastara para poder limpiar un poco esta pena que me mata, 
que envenena, una pena que día a día ahoga. 

Escribo para olvidarte, escribo pensando estúpidamente que me escuchas, 
que entiendes el enorme rencor que te tengo, el enorme amor que por ti yo siento. 
Hoy, no sé de ti ni tú de mí, ahora somos dos personas distintas,
somos dos extraños que se conocen bastante bien,
somos esos que un día fuimos uno solo, que compartimos todo,
hoy ni el espacio, ni el pensamiento son lo mismo.

Al día de hoy lo único que queda son recuerdos de lo que un día fue, que choteado es, lo sé,
no piensas en mí como yo, pero tu recuerdo me persigue.
A veces me consuela pensar que posiblemente no eres feliz, mediocre pensamiento,
pero consuela en el sufrimiento.

Mírame extraño, sigo aquí hablándote, no me ves y no me escuchas.
Ya no se que más escribir, las palabras se acaban, no se que pueda decirte que no te haya dicho ya, no se que expresar para que entiendas que muero poco a poco. 
Mañana, estaré nuevamente y sé que volveré a escribirte, nunca lo leerás, tampoco sabrás, 
pero seguiré escribiendo palabras y cartas que nunca recibirás.


Stella Alba


jueves, 25 de abril de 2019

Olvidar



Un dolor profundo inunda mi pecho, 
respiro lento y aún no comprendo lo que me has hecho.
Cómo explico el vaivén de tu presencia,
cómo me explicas el desdén de tu ausencia.
Hace días no se de tu vida,
No preguntas ni te interesa ya la mía.
Es normal para quien comienza a olvidar,
es normal para quien decide caminar,
pero sabes, para mí que me quedo es casi mortal.

Me dueles, me duele todo incluyendo tu recuerdo, 
tu presencia, tu ausencia e indiferencia,
duele el alma y saberme olvidada,
duele el pecho y sentir que está deshecho, 
me duele el corazón, 
ver que poco a poco pierdo la razón.

Ya no estás, ya te has ido, 
me pregunto, ¿qué pasará conmigo?
siento que ya no vivo,
sobrevivo, aún respiro,
el tiempo me dará un motivo, 
solo pienso y suspiro,
en mi mente siempre, no te olvido.


Stella Alba






viernes, 19 de abril de 2019

Aventuras



Había una vez dos amigos, ellos inseparables, vivían cada instante y cada momento,  estaban siempre juntos, en las buenas y en las malas. Uno de ellos, Corazón, siempre buscaba problemas, se aventuraba en muchas ocasiones, le buscaba sentido a  la vida; Cerebro siempre lo apoyaba aunque no estuviera de acuerdo con sus acciones pues éste siempre salía herido, sin embargo Corazón creía que a lo largo de su vida nunca había tenido algo porque vivir o luchar, sentía que le faltaba algo porque sentirse vivo. Un día sin buscarlo ni esperarlo se presentó la oportunidad de una mágica y gran aventura, Cerebro por supuesto le advirtió, le dijo que era muy arriesgado y que si lo hacía no saldría intacto, probablemente saldría herido y esta vez si sería de gravedad pues el riesgo que iba a tomar era algo nunca antes vivido. Corazón se negó a escuchar como era de esperar y disgustado con Cerebro emprendió la aventura  ese 1 de mayo, hace casi 6 años. 

Cerebro sin saber que hacer se mantuvo a la expectativa confiado de que aquello no duraría, que en poco tiempo todo terminaría y no habría nada que lamentar. El tiempo fue pasando, la aventura era algo más, Corazón era feliz, como nunca lo había sido, al fin tenía vida, por fin sabía que era amar, había esperado tanto por un amor como el que vivía, estaba convencido que aquello no iba a acabar y él no lo pensaba abandonar. Pocas veces acudía con Cerebro quien cansado de advertir se mantuvo a su lado pero ahora sin intervenir. Corazón era lo que nunca fue y en muchas ocasiones hasta Cerebro dudó, creyó que tal vez y sólo esta vez Corazón no tendría que padecer. 

Corazón se había enfrentado a todos por ese amor, lo más importante, se enfrentó así mismo por vivir aquello que a pesar de Cerebro lo hacía feliz y estaba convencido que había encontrado su lugar y lo que siempre había buscado y esperado. Cerebro ahora engañado por ese amor fugaz, veía a Corazón ahora ciego, e intentó guiarlo, lo apoyó esta vez pensando que después de todo todo quizá valía la pena y se unió a la aventura. Los meses pasaron sin darse cuenta, el tiempo ya no importó más, dejaron de contar y  de esperar el final. Los años transcurrieron pero como en todo cuento, no existe dicha ni felicidad eterna, las cosas comenzaron a ir mal. Corazón esforzado porque aquello no terminara buscó a Cerebro esperando una explicación, una razón, que como es de esperar no encontró. Cerebro intentó ayudarlo, lo consolaba y en muchas ocasiones le ofreció resignación, aquel amor perfecto y soñado hoy no era más que un espejismo, poco a poco se apagaba sin que Corazón y Cerebro pudieran hacer nada.

Corazón triste, decepcionado pero sobre todo herido y esta vez de gravedad recurrió a su amigo que ya no podía más que lamentar el no haberlo escuchado y poderlo salvar, en sus últimos latidos Corazón agradeció a su gran amigo el no haberlo abandonado muy a su pesar, en todo momento estuvo y no lo dejó jamás. La herida era grave y esta vez mortal, Corazón había tenido mucho más que una simple vida, tuvo alguien a quien amar, aprendió a darlo todo sin tener que reclamar, el amor que había sentido nunca lo iba a olvidar mas la herida fue profunda y nunca se pudo recuperar, exhalando un suspiro y hasta el último momento nunca lo dejó de pensar. Cerebro sufrió su muerte pero no pudo evitar que su amigo amara tanto que hasta su fin lo fue a llevar.


                                                                                                                    Stella Alba









lunes, 15 de abril de 2019

Escritos nada más



Te he escrito tantas veces,
Te he llamado muchas más,
El desgaste está presente, hoy ya no quiero pensarte y deseo olvidar.
La distancia me ha ganado, hoy no puedo continuar, el camino ha sido largo y tú no piensas regresar.
En las noches aún te sueño pero cada día va a menguar, mi memoria no te olvida pero empieza a superar este amor que dolió tanto, este amor que dio alegrías, lágrimas, tristezas y algo más...
Hoy me alejo, hoy me marcho mi camino va a cambiar, tu destino no es el mío y el mío lejos de tus pasos hoy está.
                                                                                                         Stella Alba


Labios de Tentación

Ella era una mujer como cualquiera, tenía semanas saliendo tarde de trabajar, sus días no tenían nada fuera de lo común,  todas las maña...