Ese día, como cualquier otro, tocaron a mí puerta,
salí y abrí, no eras tú, la dejé entrar, hace 1 año 4 meses que vive conmigo.
Me acompaña a todas partes y aunque al principio ni siquiera me percaté que estaba, hoy después de pasado el tiempo comienzo a darme cuenta que desde el día que llegó se instaló.
Me acostumbré tanto a su compañía que la disfruto, sólo hay noches como ésta, cuando los recuerdos invaden, cuando el aire huele a ti, cuando recuerdo que existes, no quiero verla, no la quiero conmigo, pero no ocurre muy seguido, sólo algunas noches, desde que tocaste esa puerta hace 6 meses, en lugar de entrar y quedarte, se adueñó ella, te sacó y , sabes, me agrada, la quiero, es fiel.

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