Es un hecho que tu presencia puede tanto o más que tu ausencia, en ocasiones como ésta, cuando por las noches te pienso, es recurrente en mi mente, ¿por qué dijiste adiós? ¿por qué te despediste? Decidiste perderte y alejarte de mí, pero, por qué cuando te busco te encuentro, sé que has buscado tu felicidad en otra parte. No importa la cantidad de veces que dices adiós, es la misma cantidad de veces que vuelves, sólo quiero que sepas que a pesar de todo eres la mitad que nunca busqué y que en ti encontré.
En muchas noches me reconforta saberte lejos, que estupidez lo sé, eso sucede porque sé dónde no estás, eso me mantiene feliz, es porque te sé ausente de todos, porque sé que nadie más que la soledad te tiene, es absurda la idea pero funciona como una especie de anestésico a ese dolor que dejaste desde tu partida.
Sé que estás cerca, eso duele, me dice que estás donde no quiero, que para ti es el lugar que te da felicidad mientras para mí es el recordatorio de que lejos a pesar de la distancia estás. Has vuelto es un hecho, el primero en reaccionar fue mi estómago, como siempre nos pasaba, ¿recuerdas? odio saberte presente porque al mismo tiempo estás ausente, la paradoja constante, estando lejos estás más cerca.
Cada vuelta tuya es perderte un poco cada día, tonta de mí, no sé si algún día te tuve, me gusta pensar que cada noche contigo, cada día, cada momento y cada instante fui tuya y aunque un poquito fuiste mío.
Ojalá cuando partiste hubiera sido para no volver
Ojalá cuando dijiste adiós hubiera sido para siempre
Ojalá nunca hubieras vuelto
Tantos ojalá y tantos hubiera, ninguno de los dos existen, ninguno de los dos posibles, tan metafóricos y tan tangibles.
Stella Alba

No hay comentarios:
Publicar un comentario